Una hipoteca es un tipo de préstamo personal que se puede utilizar para realizar un trabajo, es decir, y sólo se puede utilizar para realizar ese trabajo. Esta solución de préstamo es cada vez más popular entre los hogares que buscan embellecer o renovar sus casas. Sobre todo porque es aplicable tanto a la vivienda principal como a la de alquiler o segunda residencia.
Un préstamo para la construcción concedido por un banco o una entidad de crédito pertenece a la categoría de créditos al consumo. Un préstamo para la construcción permite al prestatario financiar todo tipo de obras. Estos podrían incluir:
- Trabajos de mantenimiento (tejado, antidisturbios, jardín, aparcamiento, electricidad, etc.);
- Trabajos de renovación (ático, cocina, terraza, baño, etc..)
- Trabajos de ampliación (ampliación de la terraza, levantamiento de la valla, conversión del ático, etc.);
- Decoraties;
- Renovación o mejora de la eficiencia energética (aislamiento de tejados, aislamiento de tejados, sustitución de ventanas, mejora del sistema de calefacción, etc.).